Control de emociones

Las emociones están inmersas en el diario vivir, inclusive afectan de muchas maneras la forma en que tomamos nuestras decisiones. En las inversiones es necesario generar herramientas que nos apoyen y limiten estos roles entre la razón y la emoción, por esto es necesario adquirir algunos hábitos antes de sumergirnos en los mercados financieros.

Hábito de la restauración

Este primer ítem trata de generar una nueva perspectiva interna del por qué buscamos invertir obteniendo puntos claros sobre nuestros objetivos y metas para hacerlo. No se puede llevar este punto al bajo instinto de solo querer ganar dinero, ya que esto solo evoca el resultado de una consecuencia. Esta forma primitiva e instintiva es la que cualquier persona desea, basada sobre una emoción elemental llamada PODER, pero realmente buscamos esto o por lo menos estamos preparados para manejarlo. Cuestiónate todos los días ¿Para qué quieres ganar más dinero?, si no se tiene claro el punto de partida es imposible determinar algún destino, si no conoces tus limitaciones y debilidades es imposible hacerse más fuerte e inteligente.

Por eso el término de restauración, ya que buscas las verdaderas razones que te llevarán a generar nuevos hábitos, sin importar las dificultades, tienes una meta nivel diez, nada ni nadie va a impedir que logres obtenerla.

Hábito de la responsabilidad

Buscamos cotidianamente las razones de nuestros fracasos fuera de nosotros, excusándose sobre situaciones o personas que nos rodean sin tomar la responsabilidad de nuestro papel de dicha dificultad.

Quítate la venda de los ojos que el mercado está en contra tuya, piensa por un segundo si fue el mercado o es la falta de mi análisis, seguimiento, anotaciones, educación, emociones, etc. Para evitar caer en esta imprecisión edúcate antes de invertir, busca determinar los riesgos, planifica, ejecuta y diversifica. Estas estrategias determinan estadísticamente dónde estás fallando, encontrando de manera precisa que debes profundizar y enfocarte para potencializar esa debilidad.

No quieres que tus emociones inviertan por ti ¡edúcate! Quieres aprender más hábitos de inversión síguenos en nuestras redes sociales y se parte de nuestra comunidad de inversionistas. Recuerda aumentar tus posibilidades y reducir los riesgos.