EL VERDADERO MAESTRO DE LA INVERSIÓN
El error más común del sistema educativo tradicional es que implantan una falsa idea sobre el error, normalmente se nos enseñó que el individuo que cometía menos errores era el más inteligente, sin embargo, cuando estas invirtiendo, siempre estás expuesto en gran medida al error y hace parte del proceso para crecer como inversor. En el momento de errar, no sabemos cómo afrontar la situación, ya que nunca se nos dijo cómo aprender de la experiencia, esta es la razón principal del porqué las personas generan sentimientos negativos como la frustración y no son capaces de canalizar de buena manera el aprendizaje, se preguntan de manera constante el ¿POR QUÉ? y jamás se preguntan ¿PARA QUÉ?. Circunstancia que evita el desarrollo adecuado para adquirir la habilidad de la inversión. Tenemos que ser conscientes que nos enseñaron a ver el error como algo malo y a desconocer que existe siempre una dualidad en el diario vivir, por ejemplo, no se puede hablar de un izquierda sino tenemos una derecha, cómo diferenciamos el estar arriba si no sabemos su contraparte que es estar abajo, así mismo, el perder en un inversión que generalmente lo asociamos con la pérdida de dinero, el cual es un agente externo a nosotros desencadenando un opuesto a nivel interno como es ganar conocimiento, la experiencia y la sabiduría.
Mi experiencia como inversionista me llevo amar los procesos y ver a los errores como los instantes de mayor crecimiento, el mantra para el crecimiento es que entre más errores cometas mejor vas a estar preparado. Ahora, lo importante es no quedarse en el error, de nada sirve si no eres capaz de afrontar tus mayores miedos y aprovechar el aprendizaje de la situación buscando crear un criterio y técnica que te funcionen para mitigar el error y no volver a caer en la misma circunstancia.
Todo gran maestro en algún momento fue un aprendiz, sin embargo, fueron los errores los que llevaron a estos individuos a volverse expertos en un área específica.
Un texto muy interesante, le añado que en la formación de niños no nos enseñan a tener un diario o bitácora y anotar los errores o el proceso allí, sino que nos enseñan a volvernos máquinas de repetición. Las asignaturas, como las matemáticas se basan en repetir una y otra vez la misma lección y no nos enseñan a pensar.
El proceso es muy importante, las anotaciones del mismo aún más y la revisión de las notas anotadas en un diario son el maestro más grande que tenemos. Nos llevan a pensar ¿cómo pasó?, ¿qué se puede cambiar? y como volver a enfrentar dicha situación con mayor experiencia siendo humanos sin repetir los mismos pasos anteriores.